Por lo regular, nos preocupamos al estar frente a un diagnóstico ligado a enfermedades crónicas o graves, sin pensar que el padecimiento se desarrolló gracias a malos hábitos, y que pudo prevenirse. En el caso de la diabetes, puede identificarse una etapa previa, conocida como prediabetes.
No importa si se tiene Diabetes o no, para la mayoría de las personas, la cena de Navidad y Año Nuevo pueden significar un peligro para la salud ya que hay comida y bebida en exceso. De hecho, después de diciembre, se puede llegar a observar un incremento de 2 a 3 kilos, en ¡tan solo un mes! Es por ello que es tan importante que todos cuidemos lo que comemos y bebemos en estas fiestas, al final es mucho más fácil aumentar de peso, que bajarlo y también es mucho más fácil mantener un buen control de la Diabetes a arriesgarnos y tener que extremar medidas en enero.
Si estas Navidades te has excedido con las cantidades de comida, los dulces o el alcohol… o no has respetado los horarios de ingesta de alimentos ni las horas de sueño, tus valores de glucosa seguramente se habrán visto afectados. Son fechas en las que nuestra actividad social se incrementa y nuestra rutina cambia por completo, así que es normal que no hayas podido controlar tu diabetes de forma estricta, como sueles hacerlo el resto del año.
Llegó diciembre, el frío y los múltiples compromisos que hacen que las rutinas de actividad física y la buena alimentación se dejen de lado. El problema es que sin ejercicio y con las grandes comilonas de la época, se puede llegar a ganar entre 2 y 3 kilos que se unirán al propósito de Año Nuevo de bajar de peso.