
Para llegar a esta conclusión, los expertos han analizado a 3 mil 657 hombres y mujeres no fumadores, sin enfermedad cardíaca, diabetes o cáncer. A todos ellos les midieron el índice de masa corporal (IMC), la altura y la circunferencia de la cintura, dado que esta parte del cuerpo indica la cantidad de grasa localizada alrededor del torso, lo que se relaciona con un mayor riesgo de padecer algún tipo de patología del corazón.
Los investigadores estadounidenses separaron a estos sujetos elegidos en siete grupos en función de su IMC y el perímetro del talle, utilizando parámetros de etnia específica en ambos casos. Por ejemplo, una persona blanca, negra o hispana que sea sana y con una circunferencia «óptima» de cintura es cuando mide menos de 102 centímetros en el caso de los hombres y 88 centímetros en el de las mujeres. Sin embargo, en los de procedencia china, la medida de dicho perímetro se sitúa en menos de 90 centímetros entre los varones y menos de 80 centímetros en las féminas.
Una vez establecidos los siete apartados, los autores del informe de la Universidad Northwestern analizaron todos estos parámetros y solicitaron que cada nueve meses, y durante un período de 10 años, los participantes en el experimento apuntaran si habían sido hospitalizados, diagnosticados por causa de algún evento cardiovascular y, en el peor de los escenarios, que otra persona reflejara que el sujeto a estudio hubiera fallecido.
Al inicio del proceso investigador, de los 3 mil 657 consulados, mil 54 individuos tenían un índice de masa corporal saludable, mil 568 sobrepeso y mil 172 eran obesos o muy corpulentos. La inmensa mayoría de aquellos que tenían un peso saludable también poseían un rango óptimo de circunferencia de la cintura, al contrario que los obesos, cuyo perímetro del torso no era óptimo.
Respecto a la presión arterial, unas 350 personas con peso saludable la tenían alta, en comparación con los más de 550 que presentaban hipertensión en el grupo de los que eran obesos. En total, durante el tiempo que se prolongó este estudio, hubo 273 casos de enfermedad cardiovascular, siendo más propensos a padecerla aquellos sujetos con tendencia a una presión arterial alta.
De esta forma, y durante una década, los investigadores norteamericanos encabezados por la doctora Colagelo comprobaron que los participantes con un peso normal y sin presión arterial alta tenían menos riesgo de padecer un evento cardiovascular que las personas con exceso de kilos. No obstante, aquellos que eran hipertensos tenían los mismos riesgos de padecer un episodio cardiovascular, independientemente del IMC o circunferencia de la cintura.
Agencias