El yogurt en la alimentación del diabético

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El yogurt es un producto lácteo obtenido mediante la fermentación bacteriana de la leche. Hace muchos años fue descubierto accidentalmente mediante el almacenamiento del blanco líquido durante largos periodos en un clima cálido.

El yogurt, al igual que otros lácteos fermentados, contiene bacterias probióticas, muy buenas para el tracto gastrointestinal. Es quizás el producto lácteo más beneficioso para el ser humano.

Se trata de un alimento sencillo de producir en las casas de familia mediante el conocido proceso de fermentación de la leche, incluida la descremada.

LAS BACTERIAS DEL YOGURT

Contiene microorganismos vivos, probióticos no patógenos como Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus, con efecto protector en el organismo humano.

Además de estas benignas bacterias responsables de la fermentación láctea, el yogurt contiene muchos otros elementos favorecedores a la salud.

COMPOSICIÓN SALUDABLE DEL YOGURT

Es una excelente fuente de calcio, mineral necesario para mantener huesos y dientes sanos y fuertes así como de proteínas de elevada calidad.

Una porción puede proporcionar entre el 8 y el 25 por ciento de la ingesta diaria de calcio, dependiendo de la marca y el tamaño de la porción.

Se necesita por lo menos 60 granos de proteína por día. Una porción de yogurt, con 17 granos, suministra casi el 33 por ciento de las necesidades diarias.

El consumo diario de yogurt asociado con el ejercicio físico, puede prevenir las fracturas óseas. Es especialmente importante para las mujeres posmenopáusicas y las personas mayores en elevado riesgo de osteoporosis.

Su alto contenido proteico deja una sensación de más saciedad después de su consumo.

Contiene además vitaminas y minerales como fósforo, potasio, zinc, magnesio, yodo y vitaminas A y B, niacina y ácido fólico.

EL YOGURT PARA LA SALUD

Potencia el sistema inmunitario del organismo y colabora con el buen crecimiento y equilibrio de la flora intestinal normal. Mejora la digestión de proteínas, grasas y lactosa, protege de infecciones intestinales, reduce los efectos desfavorables del estrés y de las enfermedades de las vías urinarias, favorece la absorción de minerales, previene el cáncer de colon y colabora en la disminución del colesterol sanguíneo.

El consumo sistemático de probióticos en forma de yogurt juega un importante papel en el control de la hipertensión arterial, en la regulación de la glicemia y reducen la resistencia a la insulina, un factor clave en la diabetes.

EL YOGURT Y LA DIABETES

Este nutritivo producto lácteo ha sido señalado por los investigadores en los últimos años por reducir las probabilidades del desarrollo de la diabetes tipo 2 y de ser un gran apoyo nutricional para aquellos ya diagnosticados con diabetes tipo 1 y 2.

Consumir frecuentemente yogur puede ayudar a reducir la diabetes tipo 2, a diferencia de otros lácteos.

Por lo general, las personas receptoras de sus mayores efectos consumen alrededor de 6 onzas de yogur por día. Incluso, tanto como 3 onzas diarias ha demostrado producir el mismo tipo de beneficios.

La razón de esto probablemente es debido al potente apoyo probiótico que ofrecen estos productos lácteos. Al ayudar a la digestión también ayudan a manejar los niveles de azúcar en la sangre.

Investigaciones previas habían atribuido al calcio, al magnesio o a los ácidos grasos esta reducción de la glicemia. Pero un nuevo estudio demuestra que son las bacterias probióticas y una forma especial de la vitamina K de la familia menaquinona asociada con la fermentación y presentes en el yogurt ,quienes mejoran los perfiles de grasa y el estado antioxidante en las personas con diabetes tipo 2, aunque se necesitan nuevas investigaciones para confirmarlo.

La elección de un yogurt natural en lugar de un yogur industrial con fruta reduce el consumo de azúcar simple.

Consumir uno descremado y sin adición de frutas por el fabricante, elimina tanto el azúcar añadido y algo o la totalidad de la grasa saturada.

PLAN DE ALIMENTACIÓN DEL DIABÉTICO

Cada diabético debe seguir un plan de alimentación diseñado específicamente para él. Los diabéticos con sobrepeso seguirán uno bajo en calorías, donde también se limitan los carbohidratos diarios.

En la alimentación del diabético generalmente se restringen la ingesta de los glúcidos a un cierto número por comida o por día.

Los carbohidratos complejos presentes en los alimentos integrales añaden mucho más valor nutritivo a las comidas y controlan mejor las glicemias, a diferencia de los simples como los hallados en los azúcares de los dulces y también en los alimentos refinados.

YOGURT DESCREMADO

Las calorías del yogurt se deben tener en cuenta en la alimentación de los diabéticos. Por lo tanto, se debe elegir los desnatados o bajos en grasa.

Son significativamente más bajos en calorías, pero no en proteínas, vitaminas o minerales esenciales.

Las grasas saturadas de la leche se consideran un elemento dañino capaz de elevar el riesgo de padecer, entre otras, de enfermedades cardíacas.

Los lácteos son los mismos desde el punto de vista nutritivo, ya sean descremados, semi o enteros.

Cuando se hace la leche o el yogurt descremados, se suele reducir entre un 25 y un 75 por ciento la cantidad de grasas saturadas y un 50 por ciento de calorías.

YOGURT COMERCIAL

De preferencia se deben seleccionar marcas comerciales con alto contenido de bacterias probióticas.

Idealmente, el yogur debe contener al menos 1.000.000 UFC (unidades formadoras de colonias) por porción. Cualquier cantidad menor no proporcionará a plenitud los beneficios esperados de estas bacterias para nuestro sistema digestivo.

Entre los diferentes tipos de yogur, los descremados son las mejores opciones para quien tiene diabetes.

Se deben leer e interpretar las etiquetas con cuidado, pues el valor nutricional varía considerablemente de una marca a otra.

Fuente:  cubahora.cu

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