Generalmente asociamos la palabra “fibra” con alimentos de consistencia pastosa y cáscaras, con efecto directo en el tránsito intestinal.
A este tipo de fibra se le conoce como insoluble, sin embargo existe otro tipo de fibra, la fibra soluble, la cual generalmente es difícil de identificar a simple vista, y promueve la generación de un gel en el tracto gastrointestinal que retiene por un tiempo la glucosa de los alimentos que consumimos, evitando que pase rápidamente a la sangre y promoviendo un mejor control de la glucosa sanguínea
La fibra soluble se puede encontrar en los siguientes alimentos:
- Frutas: manzana, perón, cítricos (pieza, no jugo), fresas
- Leguminosas: frijoles, lentejas, chícharos, habas
- Cereales: avena, cebada
- Verduras: nopal
- Semillas: nueces, almendras, linaza
Consideraciones importantes para personas con diabetes:
La glucosa sí va a pasar eventualmente al torrente sanguíneo, la fibra soluble hace lento este proceso
La fibra soluble no disminuye los niveles de glucosa que ya está en sangre, simplemente evita que la glucosa que está próxima a entrar al torrente sanguíneo, no pase súbitamente
No se recomienda utilizarla como factor para poder consumir alimentos altos en azúcar como los jugos, ejemplo: jugo verde. Lo ideal es consumir las frutas en pieza y la fibra soluble como ayuda adicional
Al hacer combinaciones con alimentos saludables en porciones adecuadas, ayuda a mantener en control las variaciones de glucosa en sangre
Debido a que la fibra soluble se encuentra en alimentos que contienen también carbohidratos que pasan a la sangre en forma de glucosa, se recomienda incluirlos dentro de un plan de alimentación saludable y no como alimentos adicionales.
Fuente: Salud 180