Cuando pensamos en aceites sanos, en seguida se nos viene a la cabeza el de oliva. Sin embargo, este no es el único a nuestra disposición. Conoce cuáles son los aceites más saludables para saber los que te conviene usar en la cocina a partir de ahora.
Aceite de canola
Fue usado por primera vez en la gastronomía en los años 70 y se fabrica con la planta homónima. Es muy versátil y se puede usar en todo tipo de preparaciones. Tiene un sabor suave y neutro, sirve para hornear, freír y marinar. Con dos cucharadas puedes sofreír o hasta hacer palomitas de maíz.
Aceite de cacahuate
Está hecho con este fruto, pelado y es muy común en Asia para hacer los platillos típicos. También es tradicional en la gastronomía del sur de Estados Unidos. Tiene un ligero sabor a nuez y sirve para hornear, para saltear, para asar y para usar en la freidora. Puedes disfrutar de mantequilla de cacahuate casera mezclando una taza del fruto pelado y dos cucharadas de aceite.
Aceite de ajonjolí
Se hace con las semillas de esta planta, muy habitual en los menúes habituales de Corea, China e India. Si es de color claro tendrá un leve gusto a nuez y si es oscuro, es más intenso y pesado. El primero se usa para saltear y el segundo para salsas o aliños. Si lo bastes entre si junto a cebolletas y vinagre de manzana, es el acompañamiento perfecto para arroz integral con camarones.
Aceite vegetal
Está hecho con una mezcla de semillas: girasol, soya y maíz. Es perfecto para cualquier preparación porque es un aceite muy versátil. Tiene sabor suave y bastante neutro, los usos van desde sofreír a hornear, también marinas o freír.
Aceite de pepitas de uva
Está elaborado con las semillas de esta fruta y ofrece ácidos grasos Omega 6 así como poliinsaturados. Los antioxidantes que aporta son ideales para combatir los radicales libres del cuerpo. Es apto para freír o para saltear todo tipo de alimentos, su sabor es de uvas, pero ligero. Es ideal para macerar y conservar alimentos, así como hacer vinagretas. Mezcla ¼ taza de este aceite con una cucharada de miel, ¼ taza de zumo de naranjas, dos cucharaditas de semillas de mostaza, dos dientes de ajo machacados y una cucharadita de ralladura de naranja para macerar cualquier alimento.
Aceite de girasol
Aporta vitamina E y grasas poliinsaturadas, se puede utilizar en todo tipo de platillos y preparaciones o cocciones y además, es de los más populares y asequibles del mercado, por ello se usa tanto para freír como para aliñar salsas o ensaladas. No es recomendable reutilizarlo una vez que se haya calentado porque puede emitir sustancias tóxicas.
Aceite de lino o linaza
Se hace con las semillas del lino y tiene una buena cantidad de ácido alfa linoleico, un tipo de ácido graso poliinsaturado que pertenece al grupo de los Omega 3 y 6. La buena noticia es que estas grasas buenas sólo se encuentran en el aceite de lino o en la ingesta de pescados conocidos como “azules” es decir, el salmón o la merluza. Entonces, es perfecto para los que son veganos o vegetarianos, por ejemplo, así como para los que no les gusta o no consumen demasiado pescado.
Aceite de aguacate o palta
Tiene un sabor bien delicado, es rico en grasas monoinsaturadas y permite que los niveles de colesterol bueno aumenten, en contra de los de colesterol malo, que descienden. Reduce la acumulación de proteína C reactiva, que inflama la sangre. Es de color verde claro, como el fruto y se puede usar a altas temperaturas sin inconvenientes, tiene una mayor resistencia antes de empezar a ser tóxico. Puedes sustituir el aceite de oliva en las recetas que lo llevan sin freír, como por ejemplo el pesto. Si quieres hacer una vinagreta, mezcla con aceto o vinagre balsámico y miel de maple. Moja directo en tostadas o rebanadas de pan.
Aceite de cártamo
Al tener un sabor neutro, es muy versátil y se puede usar en todas las comidas. Permite reducir los niveles de colesterol en sangre, también la glucosa y la insulina (perfecto para diabéticos), la grasa abdominal y la inflamación general del cuerpo. Al tener una buena cantidad de grasas poliinsaturadas y antioxidantes, es recomendado a cualquier edad. Para disfrutar de sus propiedades, añádelo a ensaladas, salsas o aderezos. Es perfecto para la pasta de garbanzos (hummus). Mezcla ¼ taza de aceite de cártamo, media taza de albahaca fresca y el zumo de medio limón y guárdalo en la nevera. Úsalo como aderezo para tus comidas.
Aceite de nuez
Tiene diez veces más ácidos grasos omega 3 que el aceite de oliva. Al ingerirlo, tu cuerpo quemará más calorías y por ende, podrás adelgazar más rápido. No lo uses demasiado caliente y que nunca llegue a hervir porque puede causarte malestar estomacal. Una deliciosa opción para el aceite de nuez es rociar sobre quinoa o vegetales cocidos. Para las pastas, mezcla dos cucharadas con 1/3 taza de cilantro fresco bien picado, media taza de champignones y una cucharada de espinaca cruda picada.
Fuente: Mejor con Salud