Pese a que la piel de quienes padecen diabetes es más susceptible a lesiones e infecciones, la dermatitis atópica es poco común pero es importante prestarle atención, principalmente a niños, pues es el sector de la población más afectado.
La doctora María del Mar Sáez de Ocariz Gutiérrez, médico adscrito al Servicio de Dermatología del Instituto Nacional de Pediatría (INP), explicó que la dermatitis atópica se caracteriza por inflamación, sequedad y comezón constante, y predomina en pequeños de 5 y 6 años, incluso puede presentarse desde los primeros tres meses de vida (lactancia).
Precisó que conforme llegan a la adolescencia disminuyen los casos y muy pocos persisten hasta ser adultos, aunque algunas estadísticas indican que dos por ciento de esta población lo tiene.
La experta reiteró que la piel seca del niño atópico carece de lípidos (grasa), por lo que la ingesta de líquidos no es suficiente para hidratar la piel; en cambio, las cremas emolientes e hidratantes resultan ideales para restablecer la barrera cutánea.
Asimismo, dijo que la incidencia se ha triplicado en los últimos 30 años y aunque se desconoce la causa específica para desarrollarla, la enfermedad involucra factores de riesgo relacionados con herencia y medio ambiente.
En el primer rubro, la dermatóloga comentó que persiste en uno o dos tercios de los pacientes cuando uno o ambos padres tienen esta afección, y resulta más común en hijos de madres atópicas que en padres con dermatitis.
También desencadena la dermatitis el estilo de vida occidental, aumento de la edad materna, contaminación ambiental, tabaquismo durante el embarazo, disminución del periodo de lactancia (previene infecciones), aplicación de cremas y productos perfumados, entre otros factores.
En ese contexto, De Ocariz Gutiérrez indicó que existe mayor prevalencia en zonas industrializadas; y se ha observado que quienes se mudan de un ambiente rural a las grandes urbes puede desarrollarla con facilidad.
En época de calor, el sudor y la infección por estafilococo generan comezón y los pliegues del cuerpo son los más afectados, por lo que recomendó aplicar agua fría en las zonas de prurito y crema hidratante. Y en invierno también reseca la piel y causa comezón.
Además deben bañarse después de la actividad que provocó el sudor para hidratar la piel, desprender las escamas, untar cremas y ofrecer un momento de relajación al pequeño.
“Cualquier enfermedad crónica altera el estado emocional del niño y causa estrés, de manera que quien padece dermatitis tiende a rascarse continuamente hasta generar un círculo vicioso. Esto libera ciertas sustancias llamadas mediadores para provocar la inflamación”, dijo la también integrante de la Fundación para la Dermatitis Atópica (FDA).
Incluso, cuando el niño no duerme suficiente por el rascado es un pequeño que no descansa y mermará su calidad de vida, su rendimiento escolar y la dinámica familiar.
De Ocariz Gutiérrez explicó que los pacientes con diabetes tipo I tienden a padecer piel seca, pero es poco común que este problema se deba a la dermatitis atópica, por lo que descartó alteraciones en los niveles de glucosa en sangre.
“No todo aquel que tiene piel seca padece dermatitis atópica; además quienes la sufren tienen de base un defecto en la barrera cutánea, del que carecen los pacientes con diabetes”, acentuó en entrevista.
Empero, la experta del INP recordó que sólo de llegar a ser una afección extensa y cuando algunos médicos prescriben esteroides tomados para contrarrestarla, sí puede modificar el azúcar en sangre.
Pero en caso de presentarse, la dermatóloga aconseja llevar a cabo todas las recomendaciones mencionadas y acudir con un especialista, quien determinará el problema mediante tres puntos: comezón intensa, topografía y morfología (ubicación y forma de las lesiones).
Respecto a la topografía, detalló que en los más pequeños están localizadas en cara; en preescolares se ve en los pliegues y en adolescentes y adultos es común en zonas de flexión (parpados, muñecas y tobillos, entre otros).
De Ocariz Gutiérrez insistió en que al identificar el padecimiento se debe hidratar la piel con cremas porque pierde agua, lo que disminuirá la comezón y la inflamación, además el baño con agua tibia y sin tallarse es “bastante favorable para aliviar la ansiedad de rascado”. Carlos Trejo Serrano