
Los investigadores cuyo trabajo apareció en la publicación Diabetes Care hallaron que el número de niños por debajo de los cinco años diagnosticados con diabetes tipo I ha aumentado un 70 por ciento en 2005 respecto a 1985, cuando comenzó el registro de estos pacientes.
El número de casos diagnosticados entre todos los niños hasta la edad de 14 años creció un 29 por ciento.
"¿Por qué estamos viendo este gran incremento en la diabetes tipo 1 en niños muy jóvenes?", dijo el líder de la investigación Terri Lipman, profesor en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Pensilvania.
De las dos formas más comunes de diabetes, la tipo II normalmente afecta a adultos que aún pueden producir insulina, pero cuyos cuerpos no pueden usar la hormona para regular el azúcar en sangre.
La tipo I, previamente conocida como diabetes juvenil, afecta típicamente a niños cuyos sistemas inmunes han matado a las células productoras de insulina en el páncreas. La enfermedad normalmente es mortal si no recibe tratamiento.
En 1985, según un registro de niños diagnosticados con diabetes tipo I en Filadelfia, 13.4 de cada 100 mil niños fueron nuevamente diagnosticados con la enfermedad. En 2004, la cifra fue de 17.2 casos por cada 100 mil.
Los enfermos de diabetes tipo I deben tomar insulina, pero muchos diabéticos del tipo II pueden controlar la enfermedad con medicación, dieta y ejercicio.
La diabetes tipo I suele empezar en la adolescencia, pero los expertos dijeron que los padres necesitan saber que los niños que empiezan a andar y los preescolares también son susceptibles, dado el creciente número de casos en niños muy pequeños.
Niños desde Chicago a Colorado y hasta Finlandia han incrementado sus casos de diabetes tipo I de forma similar, aunque la causa elude a los investigadores.
"Este grupo joven es un misterio", dijo Carol Levy, especialista en diabetes tipo I en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, que no estuvo implicada en el estudio.
"Asegúrese de que su hijo tiene un estilo de vida saludable y mantiene un peso corporal normal, si eso es una garantía con la que vamos a reducir el riesgo, a este punto no lo sabemos".
Varias teorías compiten en explicar el reciente aumento de la diabetes entre los más jóvenes, incluidas la deficiencia de vitamina D, la falta de lactancia materna y entornos demasiado higiénicos que podrían causar que el sistema inmune fracasara.
"Los datos son controvertidos, por eso soy muy reticente a proponer una teoría cuando no se ha demostrado nada", dijo Lipman a Reuters Health.
Es importante estar pendientes de los síntomas de la diabetes, que pueden incluir una sed extrema, orinarse en la cama o accidentes en niños que saben ir al baño solos, o pañales excesivamente húmedos en los bebés, dijo Lori Laffel, del Centro Joslin para la Diabetes en Boston.
Para cuando se diagnostica la enfermedad, muchos niños están muy enfermos y el grado de enfermedad tiende a ser más grave cuanto más joven es el paciente, destacaron los expertos.
Fuente: Reuters