Poco mencionado en consulta, este término médico muestra la importancia que tiene estimular los factores que aseguren el buen funcionamiento de la insulina. Conoce aquí cómo mejorar la sensibilidad a la insulina.
“Cuando hablamos de la sensibilidad a la insulina nos referimos a la capacidad que tienen las células del hígado, los músculos y el tejido graso de permitir que esta hormona active el mecanismo necesario para que la glucosa ingrese a ellas”, dice María Elena Sañudo, endocrinóloga.
Llevar una buena alimentación
La inclusión de alimentos con bajo índice glucémico ayuda a que las células sigan activándose con la insulina. Las frutas con cáscara, verduras verdes, leguminosas y cereales integrales son alimentos que conviene incluir en las tres comidas principales.
Consejo. Pregunta a tu médico cuántos carbohidratos necesitas consumir. “Generalmente es 50% de hidratos de carbono. Lo que no se puede hacer es prescindir de ellos porque el cuerpo lo detecta como estado de inanición y comienza a retener todo lo que come”, agrega esta especialista.
Controlar el peso
El primer consejo que se les da a quienes tienen diabetes o prediabetes es tener un peso de acuerdo con su estructura corporal para que el exceso de grasa corporal y la inflamación que ésta genera no obstaculicen las señales de la insulina.
Consejo. Una manera de bajar de peso y ayudar a que las células musculares capturen la glucosa es practicar regularmente un deporte. “Se puede realizar la actividad que les indique su médico, unas cinco veces a la semana por un mínimo de 30 minutos”, aconseja Sañudo.
Tomar medicamentos indicados
La metformina y las tiazolidinedionas (también conocidas como glitazonas) son algunos de los medicamentos que mejoran la sensibilidad a la insulina, ya que intervienen en los receptores de insulina que tienen las células.
Consejo. El uso de estos fármacos siempre debe estar vigilado y supervisado por el médico, además, es importante que antes de prescribirlos el especialista considere las molestias intestinales y las variaciones cardíacas que pueden generar estos medicamentos.
Fuente: Diabetes Bienestar y Salud