Pescado, aliado del corazón

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Para nadie es un secreto que las enfermedades cardiovasculares (del sistema circulatorio) son las que cobran mayor número de vidas en todo el mundo. Ello sucede a pesar de que desde hace mucho se sabe que la herramienta más útil para combatir este tipo de afecciones es la prevención.

Ésta implica alejarse del tabaco, tener un programa de actividad física y seguir una dieta saludable que contrarreste la obesidad y disminuya la concentración de grasas (lípidos) en el torrente sanguíneo.

¿Quiénes sufren un infarto?
El perfil de la población que sufre un problema cardiaco o que se encuentra en riesgo de padecerlo, incluye las siguientes características:
-Tener de 35 a 50 años.
-Obesidad y alta concentración de colesterol en la sangre
-Alcoholismo y tabaquismo.
-Sedentarismo.
-Comer en exceso grasas de origen animal, harinas y azúcares.

El pescado
Se sabe que un porcentaje importante de la población ha adoptado a la dieta mediterránea como una de las más adecuadas para conservar la buena salud. En este régimen el pescado ocupa un papel protagónico, y quizá es por ello que los japoneses y los esquimales, quienes son consumidores habituales de alimentos marinos, no sufren problemas cardiovasculares.

Se estima que si comemos entre 200 y 250 gramos de este alimento (dos filetes de tamaño mediano) solventamos la necesidad diaria de proteínas que requiere nuestro organismo. Dicha cantidad también aporta 60% del yodo y 94% del selenio que requerimos y ayuda a:
-Cubrir por completo la necesidades de lípidos y ácidos grasos omega 3 (presentes principalmente en pescado azul, como atún, sardina, salmón, arenque, trucha o macarela), los cuales regulan al colesterol, previenen infartos y ayudan a mejorar la salud del cerebro.

-Adquirir elementos como el fósforo, el potasio, el sodio, el calcio, el magnesio, el zinc, el hierro y el yodo, todos ellos minerales imprescindibles para pacientes que deben regenerar tejidos, tal como sucede en quienes sufren úlceras (lesión abierta de la piel o membrana mucosa), quemaduras o se recuperan de una cirugía.

-Optimizar la salud visual y del sistema nervioso.

-Mejorar desarrollo de músculos, enzimas y hormonas.

Para pacientes cardiacos
El pescado es un excelente aliado para quienes han tenido la desafortunada experiencia de sufrir un infarto y desean evitar que se repita (lo que en términos médicos significa prevención secundaria). Está comprobado, además, que comer este producto marino con regularidad ayuda a combatir arritmias, regularizar la presión arterial y normalizar la concentración de triglicéridos.

Tómalo en cuenta
Tan importante es el consumo de pescado que especialistas de todas partes han realizado estudios para validar su posición. Uno de ellos fue publicado en la prestigiada revista científica JAMA. De acuerdo con este análisis, comer pescado entre 1 y 3 veces al mes reduce en 21% el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular si se compara con una dieta sin pescado; si el consumo es de una vez a la semana, dice la investigación, el panorama es aún mejor, ya que el peligro se reduce en 29%.

Además, si sientes fascinación por este alimento y lo consumes entre dos y cuatro veces a la semana, entonces el índice se sitúa en 31%. Finalmente, quien coma pescado diariamente, dicen los científicos, reducirán el riesgo de un evento cardiaco en 34%.

Excelente protector
No hay duda de que la carne de pescado:
-Protege el corazón y las arterias.
-Ayuda a disminuir procesos inflamatorios (como el que da lugar a la artritis reumatoide).
-Equilibra las grasas de la sangre.
-Reduce los niveles de presión arterial.
-Fortalece los huesos.
-Disminuye el riesgo de sufrir coágulos y trombos, algo que muy pocos alimentos pueden ofrecer.

El pescado es excelente también para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, aunque los especialistas advierten que en estos casos se debe preferir las especies que tengan bajos niveles de mercurio, como salmón y atún blanco en conserva.

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