La viscosidad sanguínea es uno de los parámetros más relevantes para evaluar complicaciones en el sistema cardiovascular de un paciente, particularmente, en aquellos con problemas de coagulación sanguínea o falta de irrigación de tejidos. En el caso de los recién nacidos, problemas congénitos o surgidos en el parto pueden dar lugar a la hiperviscosidad, una afección que puede dañar el cerebro, los riñones y los pulmones.
Para evitar sus posibles consecuencias, hay que asegurarse de que la viscosidad de la sangre esté dentro de los valores considerados normales, y esto se logra por conteo de glóbulos rojos. Pero este método puede conducir a falsos positivos y negativos, lo que puede ocasionar que los bebés reciban transfusiones de sangre innecesarias o internaciones, o que, al no ser detectada la hiperviscosidad, algunos de sus órganos sufran daños por falta de oxigenación.
El microviscosímetro de sangre permite medir la viscosidad de la sangre utilizando tan solo una gota de muestra, con un concepto similar al de los medidores de glucosa de los pacientes diabéticos.
Pero eso fue hace ya varios años. Hoy, MZP Tecnología está integrada por los doctores en Física Nadim Morhell, Darío Antonio y Hernán Pastoriza, y el producto en el que actualmente trabajan es un viscosímetro para diagnóstico clínico que consta de un dispositivo óptico electrónico del tamaño de un celular, al que se le introduce un insumo descartable similar a los que se usan en medidores de glucosa para pacientes diabéticos.
Estas tiras reactivas descartables contienen un chip micromaquinado, en el que se coloca una gota de sangre que circula por pequeños canales que hay en él y, a partir de registros como la diferencia de presión, la velocidad y el tamaño de los canales, puede inferirse la viscosidad de la sangre. Una vez insertada la tira en el dispositivo, el equipo tarda unos tres minutos en hacer la medición de viscosidad, que se refleja en un visor.
Actualmente, la iniciativa está en una etapa de certificaciones requeridas por la legislación nacional para que el producto pueda ser lanzado al mercado. El equipo se encuentra en la etapa final del denominado estudio de fase preclínica y está a punto de pasar a la fase clínica, en un proceso que se realizará a lo largo de todo este año.
Fuente: UNSAM